jueves, 17 de diciembre de 2009

La crítica de los Jueves (2)

Hoy: Cenas navideñas

Cuando a lo largo de las próximas semanas el Sol se ponga y la oscuridad reine en la Tierra se iniciará un ritual que repetimos cada año, sin faltar a la cita. Toda la familia decide reunirse en casa de alguien y allí van llegando poco a poco: primero quienes van a colaborar cocinando, decorando, limpiando,... más adelante quienes se saltan esa parte del ritual y finalmente los que llegan tarde. Todos reunidos al rededor de una mesa dispuestos a la gran fartura. Será una cena de esas en las que podría comer el doble de gente, con entrantes, primer plato, segundo y postre (incluso cuentan las leyendas que hay quienes tienen un tercero).

Y todo ello ¿para qué? Muy fácil, para celebrar la Navidad, la Nochebuena, la Nochevieja,... Inteligentes de nosotros, lo hacemos comiendo cosas que normalmente no probamos, como sopas con algo marisco más o menos caro, un cordero o algún pescado,... Vamos, comidas complicadísimas que tienen más huesos y cáscaras que carne. Comidas que requieren más trabajo de lo que alimentan.

Pensemos por un momento, ¿realmente nos es necesario? Lo importante es estar reunidos en familia, porque las Navidades ya no son unas fiestas que se celebren por motivos religiosos (aunque hay quien sí, ojo) sino más bien para reunirse todos juntos a charlar alrededor de la cena y en la sobremesa. Así pues, podemos quitar de la ecuación las cantidades ingentes de comida, el tiempo que lleva prepararla, mancharse los dedos al intentar quitar la cáscara a los gambones, que sobre comida para el día siguiente, que haya que desabrocharse el cinturón porque estamos llenos,...

Porque es completamente ineficaz. Nos sirve igual una cena normalita, con algo más que la de a diario (por eso de que es fiesta) pero sin irnos al extremo contrario de cocinar medio supermercado.

Si por mi fuera, y ya lo he dicho más de una vez este mes, cenaría huevo con patatas. Así de sencillo, una comida suave, nutritiva y sabrosa. Lógicamente se podría mojar pan en la yema (¿he oído por ahí que será una nueva tradición?) y echar salsa a las patatas. Si a alguien no le gusta esa comida, no pasa nada, siempre existen las sopas sencillas como la de fideos o algún tipo de carne fácil de preparar.

En resumen, una comida sencilla que sustituya a las grandes remesas de comida sería lo mejor para una noche que no deja de ser igual que las demás (el sol se pone, se ven las estrellas si no hay nubes, los gatos andan por la calles,...) salvo por el hecho de que hemos decidido reunirnos en familia.

Y para reivindicar esto, durante todas las Navidades en “Vida en Júpiter” aparecerá un banner en apoyo al Huevo con patatas. Los pongo también al final de esta entrada por si queréis ponerlo en vuestras páginas, tanto el propio banner como los pequeños. Sois libres de hacerlo (y de paso poner un enlace a “Vida en Júpiter”, que toda publicidad es poca xD)

Las cosas son, ellos las cuentan y yo expongo mi opinión
Un saludo desde Júpiter

1 comentario:

  1. Con lo rico que está el cochinillo, con lo ricas que están las gambas, quita quita, déjame cenar algo rico una noche, al menos.

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