miércoles, 26 de diciembre de 2007

Matrix

"No hay preguntas sin respuestas, sólo preguntas mal formuladas" (Morfeo)

¿Quién diría que al ver una película me iban a entrar ganas de leer algo sobre filosofía? Pues la trilogía Matrix lo ha logrado.

Terminé ayer de ver la tercera película y son realmente geniales. La primera está más centrada en el concepto básico del Matrix mientras que la segunda empieza a investigar algo más sobre Sión y las máquinas, lo cual en la tercera ya es plenamente visible. También había visto los nueve cortos de “Animatrix” en los que se explica cual es el pasado de Matrix y por qué las máquinas han llegado a dominar a los humanos, por qué el cielo es oscuro,…

¿Y por qué me han entrado ganas de leer filosofía? Pues resulta evidente que Matrix se basa en el “Mito de la Caverna” de Platón, así como en la primera parte de las “Meditaciones metafísicas” de Descartes (la parte en que niega toda capacidad para conocer la realidad, antes de llegar a la idea de que la naturaleza de Dios asegura esa existencia). Por otro lado, también aparece la idea de la “Duda metódica” en momentos puntuales y hay múltiples pinceladas sobre conceptos como “amor” tratados de una forma claramente filosófica.

Como siempre la wikipedia incluye una serie de artículos sobre las películas (argumento, filosofía implícita, influencias cinematográficas,…) sobresalientes y que pueden servir como base para una primera profundización. También incluye una serie de enlaces a paginas que tratan el concepto Matrix desde un punto de vista filosófico. No se hasta que punto son estudios reconocibles (pues se han publicado en blogs) pero tengo un cierto interés en leerlos.

Y esto nos lleva a la respuesta final de cual es la verdadera razón por la que quiero leer algo de filosofía. Pues no es que haya enloquecido de repente al ver las películas (lo cual tampoco descarto Riendo) sino porque para enfrentarme a esos textos quiero tener una pequeña base teórica reconocida como correcta.

Pues sí, he de concluir esta entrada reconociendo que me han encantado esas películas.

Un saludo

martes, 4 de diciembre de 2007

Una viñeta de Historia

No cabe duda de que el número de personas, hechos y causas que podrían ser estudiados en una carrera de Historia son, cuanto menos, inabarcables. Por ello, siempre quedarán muchos que son mencionados en el párrafo perdido de la pagina ciento y algo alguno de también multiples manuales disponibles. Recordarlos puede ser cuestión de casualidad y, de hecho, muchas veces no ocurre. Seguramente ese sea el caso de Andrés de Urdaneta, quien el año que viene cumplirá 500 años de su nacimiento. No voy a negar que hace una semana tampoco yo sabía quién era este señor, hasta que en la viñeta humorística de Forges en el diario El País (30-11-2007) que aquí aparece.

Pues, picado por la curiosidad, busque algo de información sobre Urdaneta (en la Wikipedia, pero sólo quería hacerme una idea general). Tal como recuerda Forges, este español contemporáneo al emperador Carlos V fue militar, cosmógrafo, marino, explorador y religioso. Un hombre polifacético y muy sabio para su época pues estudió matemáticas, latín y filosofía, estudios que amplió con astronomía y cosmogonía mientras luchaba bajo la bandera del emperador. De acuerdo que los niveles de conocimiento en comparación a la actualidad eran escasos, pero no por ello se le debe restar mérito a su conocimiento.

Por lo visto sus padres querían que el fuese monje, deseo que cumplio avanzada ya su vida, pero primero formó parte del ejército porque de esa manera alcanzaría la fama más rápidamente. Aún así, no se le conoce por eso, sino por haber descubierto una ruta de retorno desde Filipinas a Acapulco realizable en cuatro meses.

Y ese es el momento que aprovecha Forges para ironizar sobre el tema, siempre de un modo serio claro: presenta a Urdaneta realizando los calculo para hayar la ruta (que concluye como resultado un "Totieso pallá"). Y es que muchas veces nos olvidamos en este mundo donde para escribir usamos un procesador de textos, para comunicarnos mensajería instantanea o para sumar 2+2 empleamos la calculadora, que hasta hace cincuenta años todo ello debía de hacerse a mano. Tanto Ptolomeo en la Antigüedad como Urdaneta o Einstein más cercanos de nosotros hacían los complicados cálculos de sus teorías con papel y lapiz.

Por el descubrimiento de esa ruta se le otorgó el nombre de "Ruta de Urdaneta" y sirvió a los galeones españoles para cruzar el Índico rápidamente. Pero bueno, que este personaje quede eclipsado por otros de su tiempo puede ser comprensible. Ante las políticas de los monarcas europeos, las guerras en el Viejo continente o las innovaciones culturales del Renacimiento o la Ilustración poco puede hacerse.

Y también he de recordar hoy el segundo artículo que escribí en este blog (el primero tras la inauguracion Riendo) en el que recordaba una charla sobre la ciudad romana que nos dieron en la Universidad y en la que el conferenciante, profesor de la Complutense si no me equivoco, resaltaba la importancia de la sal en el mundo romano. Pues ayer en el curso sobre Roma al que estoy apuntado nos recordaron ese hecho, que las primeras conquistas romanas estuvieron destinadas a controlar los territorios productores de sal. Según parece esta es una nueva revisión que está teniendo lugar en la Historia antigua y que, seguramente, estará más completa cuando termine la carrera.

Para la proxima actualización escribiré sobre otro tema que no sea de Historia, que dos seguidos ya son mucho por el momento Sonriente.

Un saludo

sábado, 24 de noviembre de 2007

La cueva de Rómulo y Remo

Hace unos días todos los periodicos publicaban las siguientes noticias:

Hallada en Roma la cueva donde una loba supuestamente amamantó a Rómulo y Remo (El País 20/11/2007)

Rómulo, Remo y las noticias del más allá (El País 21/11/2007)

Mi primera reacción ante la lectura de sus titulares no fue menos que la sorpresa. Comprobé que no fuese 28 de diciembre, pero no, no podía ser una inocentada. Por lo tanto me dispuse a leerla y me sorprendió aún más.

Los arqueólogos que estaban restaurando los restos del Palatino encontraron por casualidad el acceso a esta gran sala circular que se encuentra a nada menos que 16 metros bajo tierra. En ella había una profusa decoración con motivos típicos de la época de Augusto, quien probablemente la mandaría hacer bajo su propia casa para, como dice el segundo artículo, emplearlo como templo en honor a los gemelos fundadores.

El hecho de que los romanos pudieran haber excavado tan profundo no nos debería de extrañar, sabemos que la ingeniería romana era una de las más avanzadas de su tiempo y seguro que las minas auríferas de las Médulas (León) alcanzarían también esa profundidad. Lo que no debería ser así es la declaración del ministro de cultura italiano atribuyendolo a la cueva donde la loba capitolina, conocida por los antiguos como Luperta, los amantara en ese mismo lugar.

Lo que me parece cuanto menos irreal es que el propio "Ministro de Bienes Culturales" italiano haya dado una rueda de prensa dando a conocer una hipótesis, según la cual allí estuvo una loba cuidando de los gemelos, cuando los arqueólogos aún no han entrado. Éstos únicamente cuentan con las imágenes grabadas por una sonda y no creen que se pueda acceder a la cámara en décadas. Yo creo que Roma ya tienes bastantes restos arqueológicos de suma importancia, por no hablar de una gran experiencia en el campo de la investigación histórica, como para dar palos de ciego con teorias, cuanto menos, descabelladas.

La leyenda de Romulo y Remo es precisamente eso, una leyenda a la que, por cierto, desmienten tanto la arqueogía actual como muchos historiadores contemporaneos a Augusto. Puede decirse que ya existe un precedente en el que la leyenda era real, el caso de Troya, pero defender que algo así pueda ocurrir con ésto es simplemente basarse en la imaginación.

De todas formas, yo he tenido curiosidad por el mito fundador de Roma y ayer mismo comenzé a informarme sobre ello. Para elló recuperé mis antiguos apuntes de Historia Antigua (valga la redundancia) y me compré la obra más conocida de historia romana (contemporanea a Roma, claro), me hice con el Ab urbe condita de Tito Livio, sus tres primeros libros. ¿Quién mejor que un contemporaneo para informarse cuando hablamos de mitos y leyendas? De hecho, por el momento, ya he leido la fundacion de Roma y la vida de Rómulo y me ha llamado la atención que el propio Livio no consideraba como del todo cierto la leyenda de la loba.

Por cierto, en Febrero vuelven a abrir al público el Palacio de Augusto. ¿Quién se apunta a un viaje a Roma en verano? Riendo

Un saludo