domingo, 17 de febrero de 2008

Segunda temporada de Roma

Octavio ya ha crecido e inicia su carrera política. Alcanzando el consulado a los 19 años y haciéndose con el poder total del Estado romano al eliminar a sus mayores rivales, entre ellos el propio Marco Antonio.

Por fin he terminado de ver la segunda temporada de la serie Roma. Es mejor incluso que la primera, os lo aseguro. Los decorados, los vestidos, los trajes militares, los peinados, las situaciones,… todo es excelente. Incluso, para mi gusto, se desarrolla el argumento con mayor soltura que en la primera temporada. No se si el siglo I d.C. en la capital del mundo mediterráneo fue así, pero sin duda ésta es la producción audiovisual que más se le parece.

La temporada comienza donde termina la anterior, en el mismo momento en que César es asesinado en el Senado y Marco Antonio huye para evitar correr el mismo destino. A partir de entonces el incremento del poder de Augusto será imparable, haciéndose con el papel de “pater familias” y subiendo rápidamente los escalafones de la alta política romana.

Quizá sobrarían algunas escenas más que eróticas que aparecen a lo largo de los diez capítulos y que en varias ocasiones no aportan prácticamente nada al argumento. Ya habían aparecido en la primera temporada y en ésta creo que son incluso más.

Por el contrario en las escenas importantes, las que reflejan los grandes momentos de la vida de Augusto y Marco Antonio, son sobresalientes. Estoy pensando por ejemplo en el reparto de la República que efectúan los tres triunviros, los repartos de grano que se realizaban en Roma o las sesiones del Senado.

También resulta magistral la oposición que se muestra en la serie entre las personalidades de dos de los personajes principales (Octavio y Marco Antonio). El primero, sumamente recto y autoritario, es aconsejado por Mecenas en el aspecto político y por Agripa en el militar; el segundo, más dispuesto a la buena vida y a emplear la fuerza, resolviendo los problemas más como militar que como político.

La evolución de Voreno y Tito Pulo queda un poco en segundo plano, prefiriéndose dar mayor importancia a los aspectos de la evolución política. No obstante, estos dos personajes también cambiarán a lo largo de la temporada.

En la imagen aparecen Octavio (Simon Woods) y Marco Agripa (Allen Leech) en el interior del palacio de Cleopatra, siendo ya el primero el único gobernante, en la práctica, del Estado romano (como él mismo recuerda en el último capítulo: “no un rey, sino el primer ciudadano”, pues la estructura republicana no desaparecerá).

Un saludo