miércoles, 10 de septiembre de 2008

Telemarketing

Ayer fui por primera vez en este curso a la Universidad, no a clase pues aún estamos en periodo de exámenes (quienes hayan suspendido alguna, que yo tampoco, jeje) sino a informarme sobre las asignaturas que puedo cursar y cuáles son más apropiadas para mi especialización.

Caminaba yo tan feliz entre el aulario y el edificio departamental, por la explanada que tanto me gusta y supone uno de los rasgos característicos de nuestro campus, cuando a lo lejos veo a una chica dando vueltas buscando a alguien. Podía ser cualquiera, hasta que me acerco, se fija en mí y empieza a caminar con la intención de darme el alto. No era ninguna admiradora, pues no soy famoso ni tengo de eso; tampoco la conocía de nada pues seguramente no debe ni ir a mi facultad; pero sin embargo supe quien era o, más concretamente que pretendía.

La delataban las cinco o seis carpetas rojas que portaba, era una de las vendedoras del Banco Santander.

Todos los años, a principio de curso y durante un mes, aparecen por la Universidad chicas y chicos contratados por el Banco Santander con el objetivo de convencer (o engañar xD) a los alumnos, de primer año sobre todo, sobre las ventajas de su banco. Yo siempre respondo de la misma manera: “ya tengo otro banco gracias” y si insisten un poco más continuo con “estoy contento en mi banco” o “no pienso en cambiarme, gracias” mientras esbozo una agradable sonrisa para que mi negativa sea menos dolorosa para el o la vendedora.

Parecido a esto tuve el otro día otra experiencia. Eran las 10 o las 11 de la mañana y yo estaba en proceso de despertarme, proceso largo cuando no tengo nada que hacer por la mañana. Era uno de esos días en que no me apetece seguir tumbado en la cama pero aun me aborrece más levantarme, cuando recibo una llamada de Telefónica (conste que yo no soy de esa compañía) para ofrecerme las ventajas de una nueva tarifa super-mega-chachi-guay para llamar a mis amigos más barato y tener un cierto número de mensajes gratis, además me vendían un móvil por 20 euros (19,90 pero redondearemos para hacerlo más fácil).

En cuanto me dijo la teleoperadora de que compañía era supe lo que pretendía y que no lo conseguiría. Es más, la previne de ello y le dije que perdería tres minutos de su valioso tiempo en un cliente al que no iba a convencer. Aún así insistió. Gastó ocho minutos porque yo, educado que soy, no pretendía colgarla hasta que se convenciera de que no podía venderme su oferta. Finalmente se dio por vencida y se despidió, pero algo había logrado, me alegró el día con su insistencia, jaja.

Tanto en una situación como en la otra recuerdo una escena de la película Boiler Room, en ella Seth Davis (Giovanni Ribisi) recibe la llamada de un teleoperador que le ofrece una suscripción a un periódico local, pero él ya está suscrito al Times y el teleoperador desiste inmediatamente. Antes de que cuelgue, Seth le dice si no va a intentarlo más y le da lecciones sobre como convencer a un cliente para finalmente repetirle que está suscrito al times y colgar.





Más de una vez me entran ganas de hacer lo mismo con un vendedor como los del Santander o Telefónica, pero casi mejor que no, no vaya a ser que se piquen y, en definitiva, estaría haciéndoles perder un tiempo que puede resultarles valioso.

Para terminar, os recomiendo ver la película que antes cité, es una de mis favoritas y de las que siempre me acuerdo al hablar de las mejores películas que he visto.

Un saludo

3 comentarios:

  1. Pues ya es casualidad, yo también te he leído alguna que otra vez. Me gusta mucho el nombre de tu blog. ;-)

    Un saludo y gracias por pasarte.
    X

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  2. Me alegra mucho lo que me dices X, espero que lo que hayas leido en mi blog te haya gustado :)

    Un saludo

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  3. A mi ya me dan pena de las chicas del santander, yo cuando me pregutnan q si tengo un minuto, ya les digo q ya tengo cajastur. Alguna vez alguien el año pasao( yo no eh) les dijo q mientras patrocinasen a Hamilton q se olvidadsen. No en serio, parece ser q por seguir patrocinando a hamilton, en asturias estan perdiendo nuevos clientes

    saludos

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