domingo, 14 de septiembre de 2008

Buenas sensaciones

Dentro de sólo dos semanas comienza el torneo de Ajedrez por Equipos. Para mí el torneo principal de la temporada junto con el Individual. Nuestro equipo, el Centro Asturiano de la Habana, milita en 3º división tras haber ascendido en su primer año y con aspiraciones y equipo de sobra para seguir un camino ascendente.

Pero antes de ello, ayer tenía lugar otro torneo, de menor calado pero mucho más divertido. El “III Torneo de Ajedrez de la Cafetería Young” es uno de esos festivales del ajedrez que nadie debería perderse.

Allí nos reunimos todos los representantes del ajedrez avilesino en forma de sus tres equipos (Ensidesa, Torre de Gauzón y Centro Asturiano) además de una serie de acompañantes y aficionados. Es un torneo para reencontrarse con todos tras un largo verano de inactividad deportiva, preguntar donde jugará cada uno, en que categoría, mesa,… e incluso formalizar algún fichaje de última hora.

Deportivamente he de enorgullecerme porque mi equipo, el Centro Asturiano, se alzó con el tercer puesto de equipos por detrás del Ensidesa (vencedor de la edición) y la selección de la cafetería, el Young A. Un buen resultado para ser nuestra primera participación y con buenos resultados a nivel individual: tanto entre los más veteranos, que anduvieron cerca de la cabeza; como a título individual que me mantuve por encima de la mitad de los puntos y entre los nuevos jugadores que llevaron a cabo un torneo bastante bueno. Esto nos permite reafirmar nuestras aspiraciones de cara al torneo por equipos.

A nivel extradeportivo también fue un torneo muy divertido. Me gustó mucho encontrarme con viejos amigos que retomaban en ajedrez y otros que han estado fuera por trabajo y vuelven ahora. Pero también con muchos otros con los que apenas hablo fuera de la competición a pesar de la buena relación que con ellos mantengo.

En definitiva, un gran torneo que pasa a estar en mi calendario de forma definitiva.

Un saludo

2 comentarios:

  1. La verdad es que... soy incapaz de jugar al ajedrez. No es que sea particularmente competitivo, pero siento que la relación que se puede tener con alguien con quien la mayoría del tiempo se pasa discerniendo si se gana o se pierde... siempre existirá esa tensión. ¿Y si uno siempre gana al otro? ¿Cómo se sentirá este otro? ¿Se puede perder la decimocuarta partida y ponerse a hablar de fútbol, vinos y mujeres?

    Y lo peor (o no) es que no era del todo malo...

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  2. Pues no te creas, a mi me a pasado de tener compañeros a los que siempre gano y me llevo genial con ellos, incluso son ellos los que me retan a mi para jugar.

    Del mismo modo, otros jugadores de mi ciudad tienen un nivel muy superior al mío y aún así nos llevamos bien, de hecho eso es un aliciente que tengo para segir mejorando y pensar bien mis jugadas intentando ganarles.

    Aparte de que esa desigualdad en el juego es muy provechoso para el más debil o el que acaba de empezar a competir, pues los mejores jugadores suelen estar dispuestos a compartir su experiencia.

    Un saludo

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