sábado, 26 de abril de 2008

Sólo quedan sesenta días

Ya queda menos y no puedo andarme con tonterías. En dos meses estaremos ya de vacaciones, solo sesenta días y todo habrá terminado.

Así dicho puede parece mucho tiempo, incluso una distancia cómoda que da lugar a reposar la mitad de los días con el fin de potenciar el aprendizaje en la otra media. Pero si lo piensas detenidamente, una de esas mitades será para acumular conocimientos en nuestro interior. Conocimientos sin otro destino que volcarlos en una serie de folios evaluables, pero si el sistema está organizado de esa manera no es tiempo ya de cambiarlo. Y menos a estas alturas de la partida.

Así pues, sólo tenemos treinta días hábiles para preparar los otros treinta de memorización. Y curiosamente se me antojan escasos. El estrés comienza a reinar en mi espíritu. No tanto un estrés total, de estos que no te dejan plantear ideas con plena claridad, sino más bien un cierto nerviosismo adecuado para potenciar la captación del saber.

Y es bueno que haya vuelto, porque en Febrero no estuvo y los resultados decayeron un poco. Así que bienvenido sea en cantidades moderadas. Sus primeros efectos ya han sido que este fin de semana lo pasaré encerrado en el estudio, entre montes de apuntes, temiendo el examen del lunes.

Es un parcial destinado a suprimir materia de junio, lo cual no está nada mal, pero requiere ponerse a ello. A priori se plantea sencillo, evolucionar una serie de palabras desde el indoeuropeo hasta el siglo V a.C., pero no hemos de confiarnos. Toda prueba requiere preparación, y la preparación requiere tiempo.

Por lo tanto, aunque me cueste afrontar la idea de no poder ir toda la noche de fiesta, habrá que sacrificarse. Y no está mal tampoco, así voy preparándome para afrontar el temido monstruo que es Junio. Un monstruo poderoso con capacidad para determinar completamente como será el verano que habremos de pasar: puede ser de continuo descanso los tres meses o, si no conseguimos superar la prueba de Junio, encerrados una parte de él, enfrascados en muchas más montañas de folios escritos y dispuestos para que los estudiemos.

Los científicos dicen que para poder analizar un fenómenos cualquiera hemos de reproducir la situación en la que suele tener lugar. También los deportistas suelen entrenar en pruebas similares o más intensas que las que desarrollarán en competición. Y como yo veo este fin de semana como una prueba de cómo será junio, un entrenamiento al fin y al cabo, el clima ha decidido aliarse conmigo y traernos un sol y un calor veraniegos.

Es una ley irrefutable, equivalente en cierta manera a la de Murphy, que hace que siempre que yo tengo que estudiar hace calor. Pasó en Junio del año pasado, en Febrero este año, este fin de semana y, próximamente, dentro de un mes. Espero que al menos el resto podáis aprovecharlo. Y hacedlo, porque las próximas semanas va a llover. Yo no tendré que estudiar, así que no habrá nada de sol. Avisados estáis.

Un saludo

2 comentarios:

  1. Ummm eso de que haga mal tiempo si tu no estudias es muy relativo, por si acaso te recomiendo estudiarte el listin telefonico de Rusia, que me dijeron qe era pequeño.

    Cierto es que tus exámenes son muy duros, pero desde mi lugar de poder en Tecnomaníaco, te doy mi apoyo.

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  2. La felicidad es muy importante y solo hay que saber ganarla y el primer paso es un buen resultado en los examenes y lo demas podria llegar mas facil ya que eliminas un obstaculo.
    Te lo dice la voz de la experiencia asi que animo y adelante

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